UNA HERRAMIENTA INDISPENSABLE PARA COMER CON LA BOCA ABIERTA...

sábado, 6 de noviembre de 2010

Desayunate esta (en homenaje a mi broder)

La imagen prototípica del escritor incluye un cenicero rebosado de colillas aplastadas, muchas tazas con la costra de café en el fondo evolucionando en colonias de bacterias verdosas y en algunos casos cerveza, whisky barato, opio, marihuana, heroina etc...



En el caso mío la cosa cambia... la escritura está siempre relacionada con el estómago. Ahora mismo estoy tomando un café, pero no como el de los escritores que siempre es un asco, un café batido y hecho con agua a 84 grados de temperatura acompañado de una torta rellena con dulce de leche y almendras y cubierta por una deliciosa crema chantilly que sustituye cualquier alucinación estimulada con una grosera bofetada de cerotonina. En cuanto a los cigarrillos, mi señora no me deja fumar adentro.
Mi panza es el único músculo que desarrollé con constancia durante mi juventud, mis biceps en cambio le dan pena a un spaghetti. Y creo que esto en gran parte define las ideas que tengo en relación a la vida, a la escritura, al amor, al sexo, a un partido de tenis y a correr de un caballo loco. Es una limitación en la misma medida en que es un trofeo metafísico, un estandarte del hedonismo y el culto a todo lo que te hace más gordo y más feliz.
Esta mañana mi viejo me hizo unos huevos revueltos con jamon cocido, porque hace tiempo que no nos veíamos ya que vivimos en puntos muy distantes del país. Acompañé los huevos con unas tostadas de pan blanco untados con mantequilla tierna, un espeso jugo de frutilla y café con leche. Me sentía muy feliz por la doble razón de estar construyendo un nuevo piso en mi felicidad abdominal y por estar junto a mis dos familias: viejos y hermanos / esposa e hija.
 En eso recibo un llamado de telefono que se me atraganto en la garganta por el resto del día. Le robaron el auto a mi amigo. Más tarde recibo otro llamado que me revolvió por segunda vez el desayuno: la novia de otro amigo cayó en su camioneta de un barranco.
En relación al auto de mi primer amigo, pensé que quizás exista alguna teoría conspirativa que involucre policías corruptos y una versión barrio obrero de Ocean Eleven esposados todos contra el capot de mi socio, un final feliz.
En cuanto a mi otro amigo pensé que el destino es una broma de mal gusto que nos juega alguna instancia energética en el mejor momento de nuestras vidas, cuando viene a buscarnos el amor de nuestra vida para llevarnos a vivir a un lugar mejor, donde los desayunos con jugo natural, tostadas frescas, jazmines olorosos y sol tibio son cosa de todos los días.

Pero finalmente tenemos que desayunarnos lo que nos toca,  apretar el culo e ir para delante.

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